¿Me pueden ustedes dejar un ratito su corazón?
19.09.2010 01:57
Aislado desde lo alto
por una tribu de rosadas bignonias
recurro al salvoconducto
del Habana Club
para, sin complicaciones,
tenderme sobre toda mi amplitud
y mirar más allá
Eso sí
comparto
con gusto
el penúltimo trago
Y aprovecho para divagarles un par de cosas
Veamos:
Ustedes son gorditos, pero tienen corazón
Ustedes son delgaditos, pero tienen corazón
Ustedes son blancos,
Son negros o son de otro color
Y además también tienen corazón
Convengamos:
Ustedes siempre tienen corazón
Derivemos:
Yo no puedo quitárselo
ni quiero
Suyo, suyo, muy suyo es su corazón
Pero...
Yo tengo un problema que ustedes no tienen
con su corazón
Les cuento.
El corazón de ustedes es grande
Es fuerte
Bombea bien
Ve sin ver
Sufre lo que el mío no sufre
Goza lo que el mío no goza
Así que me lo pierdo
Y ahí me duele
Por favor,
y antes de que vuelva a la otra parte...
¿Serían tan amables de dejarme sentir un ratito
con su corazón?
-y no crean que no lo encuentro una aventura temeraria-
A cambio: noche de luna crecida en D inclinada a diestra, mantel familiar de cuadritos amarillos y media botella de ron...