Amanecer en la butaca de atrás
29.11.2009 20:51
No sabía que andarías persiguiendo
en ese sueño del desierto inesperado,
donde incansable
perdido y loco,
como un Quijote tuareg,
corrías sobre la arena
agitando los brazos contra la inmensidad
A pesar del sol, el viento, la sed...
Te pregunté al despertar
Y me dijiste
con voz entrecortada y triste:
“reclamaba el maná de los labios prometidos,
el frescor de sus profundidades,
las dunas movedizas de ese cuerpo...
Buscaba el hechizo y la redención ... O el olvido”
“Solitaria – te reproché-
la realidad es un ovillo de resaca, frío y sueño
en la butaca trasera del coche...
Te duele el alma,
te duelen los huesos
y amaneces
en una calle desierta de algún pueblo desconocido
tras la noche de suicida peligroso
en que tuviste que cerrar un ojo
pues con dos
no acertabas el camino”
Se nubló entonces tu huidiza mirada
y no pregunté más
¿Para qué profundizar en la condena?