Diálogo en la tienda de poemas
26.04.2021 09:22
- Buenas ¿Tienen poemas?
- Y bicicletas.
- ¿También bicicletas?
- Como en su cara: ojos y orejas. Nada que oír, nada que ver.
- ¡Ah...! Y dígame... ¿A cuánto van?
- Depende
- ¿Y de qué depende?
- De como los quiera
- Sólo quiero uno, pero grande
- ¿De amor?
- Bueno, diría que mejor... de mujer.
- ¿Hembra placentera?
- No, como esa.
- ¿La que pasa por enfrente?
- Esa, pero la castaña, no se me confunda...
- ¿Ojos como platos, colorcito de miel y empujándose los límites del cuerpo?
- Sí, como esa...
- Pues no tenemos.
- ¿Y qué tienen?
- Tenemos de entraditas en carnes, en años y en deseos... Todas morenas.
- Pues mire, si lo pienso...También me valen.
- ¿Pero en poema corto o largo?
- Indiferente. Me sirve que fluyan, que aprecien los suspiros y las brisas, que gocen de sueños suaves y se despierten entre tentaciones de nostalgia...
- Mire, igual tenemos suerte... Pero ¿con rima o sin rima?
- Con rima
- ¿Asonante o consonante? - En consonante
-¿De arte mayor o menor?
- Indiferente
- Serventesios, redondillas, romances, pareados...
- ¡Vale! Dije sin rima.
- ¿Como la vida?
- No, como la que pasaba y ya no está
- ¿Cómo Rudofina?
- ¿Así se llama?
- Es mi hija, si la quiere, se la dejo en pruebas
- Pero usted dijo “no tenemos”
- Ya tenemos, usted me cae bien.
- ¿Pero es poema?
- ¿Qué iba a ser?
- ¿De rima libre?
- De ella depende, pero también de usted
- Trato ¿Y a cuánto?
- Espere... ¡Rudolfina!
- ¡Diga, padre!
- ¿Que a cuánto te vendes?
- No estoy en venta, padre
- ¡El poema, joder!
- ¿Para quién?
- Para el caballero
- ¿Pero, padre, con bici o sin bici?
- ¿Qué contesta, caballero?
- Sí... Le digo. Me equivoqué de tienda y de anhelo.
- ¡Vaya...!
- De hora, de día y de semana...
- ¡Vaya...!
- De hembra y de poema
- ¡Vaya...! ¿Y de qué no se equivocó el caballero?
- De puerta, de corazón, de tiro al dardo y de deseo
- ¿Qué opinas hija mía?
- Que me quedo con el caballero
- ¿Envuelto o sin envolver?
- Padre, ¿usted es lelo o sólo es pesado?
- ¿Como el caballero?
- Algo más, yo creo
- ¿Entonces, hija?
- Ande y deje, padre, que no venderemos el poema, pero el señor y yo le haremos uno nuevo
-Pues enhorabuena caballero, parece que barato le saldrán los versos
-Mis dudas tengo, si en el paquete entra el suegro.
-Aquí le doy su mano
-Desde ahí me la llevo con su cuerpo entero.
(Se va la pareja, la puerta se cierra y coge una escoba el mercader de poemas)