El beso consagrado
18.02.2010 10:28
EL BESO CONSAGRADO
Dejábamos atrás el reguero de luces saltarinas
danzando enloquecidas
al compás de nuestros desbocados latidos
tan hambrientos de ocultos caminos infinitos
Dejabamos estaciones oscuras
de paradas obligadas
para el apasionado goce de herirnos en cada portal
ante el anuncio de la inevitable y definitiva despedida
A poro abierto
de amor llameado
A poro abierto
de ramblas taciturnas
Nos perseguía abril
nos empujaba abril
Y al pisar el centro puro de aquella plaza
donde se abrían al futuro todas las distancias,
entre la gente voladora
y la noche de las palomas,
nos escondimos en la trastienda del tiempo prohibido
para consagrarnos el último beso
aquél que prometimos recordar
cada vez que nuestras vidas nos devolvieran al mismo lugar
Y aún hoy, pasados tantos años,
me sorprendo volviendo fiel
cada cierto tiempo a adorar
aquel beso consagrado
Cada vez, cada vez, cada vez...
siempre cumpliendo
con el rito del beso consagrado
entre la gente voladora
y la noche de las palomas
En esos momentos, sobre la estrella que adorna el eje de la plaza
la vuelvo a sentir
y se me eriza la piel al reencontrarme de nuevo perdido
entre las espesuras de su dulce amor
de radiante locura esmeralda
Luego cierro los ojos
y soplo desde mi corazón
impulsando el viaje del mejor deseo
Y agredezco tanto
lo pronto que dejé de quererla
como lo mucho que amé y amo su recuerdo
Para siempre ese recuerdo...
el recuerdo de nuestro beso consagrado
entre la gente voladora
y la noche de las palomas