Faro
19.08.2011 11:25
Las yemas de mis dedos la acarician
evocándola, ligeras
sobre teclas tristes y sumisas …
Sin intentos imposibles
Tan sólo, volátiles pulsaciones sobre letras
No podrán alcanzar su mundo
Ni ofrecerme las llaves de su vida
Pero sí atestiguarán
el inesperado eco en mi corazón
de su voz reflexiva
de mujer sabia, tierna y fuerte
Digna y hermosa
Que alzada sobre el olvido de su ciudad pobre,
la misma que me vio nacer ,
perdurará protectora en su lejanía
Como faro que propone amores ideales
y no sacrificios quiméricos