La daga
04.02.2010 12:42
Con el perfil de la luna creciente
afiló su amor como una daga
hasta que el glacial chispeo de la hoja
ahuyentó a la más atrevida sombra
Y al echar al vuelo, el alba
su campanilleo de puertas abiertas
y ventanas
él se encaminó despacito a esperarla
junto a la fuente de la plaza
Faltarían, no más, cinco minutos
para que ella le reclamara
de rodillas
incándole la celeste mirada
compañía eterna
para su latir en retirada
Y faltaría el galope de la nube
y el tímido corretear de la hojarasca
para que dos corazones en sangre fundidos
fertilizaran
la sacra esperanza
del ciego verso enamorado