La noche se ha abierto repentina
15.09.2010 00:57
La noche se ha abierto repentina
a mi derecha
Como una inmensa invitación al enigma
Impresa en tinta marina, ligera y volátil
A mi izquierda me llama el cansancio
El cobijo dorado
La sed de calma y retiro
Desde arriba dejo que mis pestañas
clausuren pesadas las luces de este día
Que ya no puede dar más de sí
Ni quiere
Desde abajo lucho por reventar de vida
Siempre abierto a un último fotograma
Mientras tanto
mi corazón baila imperceptiblemente
Observador solitario
y afortunado
Al compás de las mareas
que se esconden tras el horizontal canto en declive
del penúltimo grillo del verano