Leningrado 1941
02.05.2011 19:22
Fusilado murió el amanecer
a tiro limpio de telegrama:
La guerra, era la guerra
…De nuevo la guerra
Que con urgencia
jóvenes vidas reclamaba
[¿Dios mío qué puedo hacer?
¡Justo cuando la felicidad volvía!
Ahora, ahora que nos tenemos...]
Despedidas apresuradas, ilusiones desmoronadas
mentiras piadosas, reproches ocultos
[…y arrimar el fusil
a la santa cruzada ]
Preparativos, trenes, estaciones, tristezas, disciplinas
Fronteras, desinfecciones, equipamientos, transformaciones
Bosques rajados por traqueteos de raíles, fríos horizontes de ausencia,
Pobladores vencidos, mesetas despobladas
Prisioneros rotos, perfumes de balas
Humillaciones, hambres, incógnitas manipuladas,
Azarosos amigos
Melancolías,
interminables distancias
entre huidizos reflejos de esperanza
[Qué tendrás amor mío
Que en todas partes te contemplo
Sobre las copas de los árboles
Entre los rojizos crepusculares
Tras las níveas fantasías...]
Corren los días enlatados
Estación, tras estación:
Visión serpenteante de llanuras violadas
a bombardeos de rojas pinceladas
Inquinas, grandezas anónimas, miserias engalanadas
Cuerpos cercenados, tanques despanzurrados
Huellas vomitadas
para gloria del olvido
[Moscú no nos espera
Al norte, al norte
Nos llevan hacia el Norte
La Polar no engaña]
Intrigas, golpes de mano
soledades ebrias, destemplanzas, abrazos camaradas
Efímeros amores nuevos para calentar el fuego
entre lenguas reciencreadas
Noches eternas, aullidos resquebrajados
Golpes, contragolpes
Obuses furtivos
Segadas conversaciones nostálgicas
Músculos tensos bajo gruesos ropajes
Disparados pensamientos
Rotas cristaleras absorbiendo el hielo
[que mezcla su blanca sangre con la roja
del joven ayudante
troceado
en su rincón ]
¿Por qué vino a morir tan lejos de casa?
Leningrado, Leningrado… absurda frontera de la nueva España
Españoles contra españoles a miles de kilómetros de la vieja piel de toro
Contra el nazi y el fascista/ Contra el rojo, el ateo, el judío y el comunista
Defender la retaguardia
Correr a toda marcha
Trincheras, observaciones, calibrajes
Cálculos de coordenadas
Telémetros, divisiones, aproximaciones, evacuaciones
Cantos, sentimientos, heridas incurables
Del cuerpo y del alma
Mediciones, más mediciones
Correcciones con estrellas
[Cuatro milésimas… cinco milésimas…]
Las temperaturas perforando marcas
[-18º, -20º…]
[¡Están cubriendo sus trincheras!
¡Comando enemigo penetrando… Alerta!
¡Tengo que sacar del fuego a ese muchacho!]
Hostigamientos, noches toledanas, nuevos cálculos de coordenadas
Quemaduras por el hielo, lesiones de retina,
Orejas y narices, congeladas
Leningrado, la muerte acecha
Estraperlos, relaciones de faltas, juicios sumarísimos,
Sin noticias de ella
Sin noticias de casa
Movimientos enemigos
Morteros ambiciosos, cañones enfurecidos
Nuevos emplazamientos
Misas, rosarios nocturnos, confesiones asustadas
Retenes inacabables
Muertes limpias,
Inesperadas represalias
Bucharenko cantando sus últimas canciones
de sentimiento cargadas
a siete días de su muerte predestinada
[Este ruso “blanco”
¡Tan nuestro, tan nuestro!]
Bengalas, puentes, cohetes
Agotamientos,
Moribundos desechos en el camino de la batalla
Deshielos, madrugadas rojas
Monumentos a los mil años del imperio de los zares
España, España, tan lejana España
´ Madre loca y sicaria de ejércitos intercambiables
de caínes y abeles
Que condenaste a tus hijos vencedores a morir o a vivir
como absurdos ecos de la infecta rabia
y a los vencidos
a convertirse en sus propias tumbas olvidadas
España, España, tan clavada España
Jamás vuelvas a perderte
entre las fastuosas luces del desamor