Progreso por disminución

14.07.2012 14:01

 

Progreso por disminución

-primeras notas-

 

Si bien para muchos ya era previsible la actual crisis, lo cierto es que es ahora al generalizarse en la población sus efectos,  especialmente en la población joven,  cuando los individuos y las comunidades van entendiendo el verdadero calado del drama colectivo.

No es el lugar aquí,  de reflexionar sobre el origen de la crisis actual, aunque de todos es sabido a grandes líneas su relación, en el caso de España, con aspectos tales como la burbuja inmobiliaria, la corrupción e inmoralidad subyacente a determinados núcleos del poder político y económico-financiero, la incapacidad política para el control general del sistema y la búsqueda del bien común,  la  cultura del pelotazo y la suma de las irresponsabilidades individuales y colectivas derivadas de la colonización mental a la que se nos ha sometido: consumismo, ambición, competencia esteril... (“nuevoriquismo”, en definitiva).

Lo que sí pretenden estas líneas es aportar algunas ideas sobre el cómo salir de la crisis y hacia dónde.

Veamos, por una parte, las políticas de la derecha se están limitando  a intentar que España vuelva a ser competitiva en el sistema global mediante la fórmula:

a) obtención  de financiación favorable mediante la búsqueda de la tranquilidad en los mercados (tan desdibujados como los molinos de Don Quijote) y el  “rescate” bancario destinado a cubrir los desaguisados de las redes seudomafiosas económico-político-financieras  infladas al séptimo cielo durante la burbuja ( rescate que hoy por hoy obliga al Estado, o sea, a ti y a mí);

b) competitividad en el mercado global básicamente entendida como abaratamiento de los costes de producción mediante la precarización general del régimen laboral y entendida como reducción del consumo  externo por empobrecimiento colectivo (medidas como la supresión de la paga de navidad a los funcionarios afectarán especialmente a productos que no sean de primera necesidad. Ejemplo: regalos de reyes: tecnología asiática de última generación: vídeo-juegos, informática…). Se trata en definitiva de devaluar España sin devaluar su moneda (que no se puede puesto que hablamos de euros y no de pesetas)

c) sometimiento anímico-intelectual de la población:  mediatización informativa;  inseguridad laboral (miedo); reducción drástica de la representación sindical…

d) garantía del orden formal aunque sea a costa de la violencia institucional: incremento del número de efectivos y  papel “iniciativo” por parte de las fuerzas del orden.

e) ahorro en las arcas públicas mediante la precarización del Estado del bienestar: copagos, reducciones de servicios educativos, sanitarios y de todo tipo, reducción del número de funcionarios…

f) privatizaciones facilitadoras de la retirada del dinero público de las escasas empresas públicas y regulaciones-desregulaciones tendentes a la introducción del gran capital: privatización del litoral, flexibilidad absoluta de horarios, amnistías fiscales…

g) apuesta por la disciplina del euro y la sumisión a la troika. Apuesta por tanto  por el modelo de peón del neoliberalismo europeo

En definitiva, si por sus frutos los conoceréis, los  poderes conservadores de este país intentarán  generar una nueva España que modificará su ADN  a favor de:

  • Menos soberanía y reducción democrática. Mayor centralismo
  • Disminución de las clases medias y neoproletarización de amplísimos sectores
  • Sometimiento mediático y cultural
  • Desprotección ecológica y social. Precarización del estado del bienestar
  • Papel subsidiario a favor del “núcleo duro” europeo y mundial

 

Por la otra parte, la izquierda no cómplice (que es mucha) y los sectores alternativos, de momento se limitan a denunciar que económicamente las fórmulas de ajuste de la derecha sólo traerán más paro, más precarización, mayor desestructuración social, perdida de calidad de vida, destrucción del estado del Bienestar… Y se exigen responsabilidades penales para los responsables de la burbuja, políticas equitativas en el reajuste de las cargas, defensa de los afectados, políticas activas de empleo, incentivación del consumo, incremento del I+D, más control democrático…

En definitiva, parece que la izquierda, en diferentes grados aspira a “una vuelta a atrás” como si nada hubiese pasado, con más control, eso sí, más democracia, más… Pero en definitiva, a una vuelta a atrás.

Y lo malo, y en algunos aspectos lo bueno, es que sí ha pasado. Todo esto no es un sueño, es real. Nunca podremos volver atrás (¡y todavía nos queda mucho descalabro por ver!. Así que lo mejor es pararse a repensar el mundo si uno no quiere quedarse en mero reflejo rabioso de todo este fenomenal desaguisado. Una nueva sociedad alternativa debe remontar ya hacia nuevos vuelos, no cabe limitarse a esperar llorando mientras nos arrastran por el desagüe los estertores del capitalfeudalismo.

Y con ese objetivo se plantean las siguientes propuestas   que deben circunscribirse a la idea  central de que es necesario andar un camino de “progreso solidario por disminución” sin comprar los miedos que cada día nos venden. Porque ya no se puede ni en España ni en el mundo seguir consumiendo al actual ritmo sin poner en peligro la misma vida humana en el planeta; porque necesitamos crecer como especie creativa, plácida, solidaria  y amorosa que no quiere limitarse a vivir para trabajar y consumir cual ejército de hormigas descabezadas.

 

A corto plazo, deberíamos ser capaces de afrontar el “shock” intentando doblegar el sistema a las necesidades de la sociedad y no al revés, como pretende la derecha; para ello deberíamos ser capaces de:

  1. Paralizar el rescate de Bankia. Lo público no tiene por qué rescatar privado y menos cuando se vislumbran responsabilidades penales
  2. Se deben aclarar las responsabilidades inherentes al caso Bankia y extensivamente a todo el sistema financiero español. Sin información clara no se puede pedir al pueblo corresponsabilización
  3. Se deben garantizar a toda costa (sin perjuicio de saneamientos en búsqueda de una mayor eficiencia) los grandes logros del estado del bienestar, fundamentalmente: salud, educación y sistema de pensiones
  4. Se deben dar salidas de urgencia a los sectores en crisis, socialmente consensuadas ( minería…)
  5. Se debe reajustar la política fiscal acentuando su sentido compensatorio
  6. Se deben reparar las medidas insolidarias  (IVA…)  y satanizantes hacia determinados colectivos (pagas extra funcionarios…)
  7. Deben imponerse gravámenes especiales sobre las grandes fortunas y grandes empresas
  8. Se debe garantizar la eficaz inspección fiscal
  9. Revisar la financiación de la Iglesia
  10. Impulsar el consumo de productos y servicios cercanos a los ciudadanos, priorizando  lo territorialmente cercano a los ciudadanos ( local, autonómico, estatal)
  11. Pacificar la sociedad. Sin un clima de consenso social no será posible el empujón colectivo. Ello implica la necesidad de rebajar tensiones.  Pacto educativo,  revisión de medidas “contra” (funcionarios, parados…)
  12. Iniciar los DAFOS territoriales
  13. Apostar por el impulso hacia lo colectivo (socialismo privado): cooperativas, sistemas de autoayuda, mutualismos…
  14. Reestructurar el sistema autonómico equilibrando lo necesario con lo deseable y lo posible
  15. Implicar emocionalmente a toda la población en el logro común. Ello no será posible sin petiones de responsabilidades, sin informaciones claras, sin repartición de cargas equitativas, sin diálogos impositivos y prepotentes…

 

Y a medio y largo plazo:

 

  1. Debemos implicarnos o re-implicarnos  individual y colectivamente en aquellas organizaciones sociales, políticas, ecológicas, solidarias que sirvan en la práctica a la búsqueda del cambio. Siendo conscientes de que el nuevo mundo deberá ser obra colectiva.
  2. Debemos favorecer la fórmulas organizativas empresariales que incidan sobre gestión democrática y valores solidarios y de colaboración en la producción de productos, bienes o servicios
  3. Debemos promover empresas ligadas a la satisfacción de necesidades “reales” de las comunidades y del mundo
  4. Debemos promover organizaciones orientadas a la generación de nuevas ideas en los terrenos productivos, organizativos, ecológicos y sociales
  5. Debemos priorizar los modelos de urbanismo social y ecológicamente sostenibles. Entender que una ciudad humana significa compartir colectivamente el impagable beneficio del lujo social común.
  6. Debemos incorporar y generalizar hábitos de consumo social y ecológicamente responsables y conseguir que los derechos de los consumidores prevalezcan también sobre las grandes empresas y multinacionales
  7. Debemos reorientar los contenidos de la enseñanza obligatoria. Materias  tales como inventiva, creatividad, utilidades ecológicas, salud e higiene, técnicas de relajación, creación de empresas… deben ser parte importante del currículo.
  8. Debemos tender a la autolimitación de nuestras necesidades y la reducción de la jornada laboral. Entendiendo que los nuevos ricos del futuro lo serán (seremos)  por su disposición de tiempo libre para el ocio, la familia, los amigos, la creatividad, el deporte, el crecimiento personal… Deberán priorizarse las ayudas a las empresas que permitan la flexibilidad laboral, la reconciliación de la vida laboral
  9. Debemos garantizar en lo posible los programas de intervención solidaria con el planeta
  10. Debemos asumir la necesidad de limitar desplazamientos: redes públicas eficaces, escuelas cercanas, promoción de sistemas alternativos  (bici, bus, automoción de bajo consumo) y priorizar la contratación de residentes en vivienda cercana
  11. Desterrar del mercado los aparatos domésticos que nos sean de alta eficacia energética
  12. Generar recursos para investigación de potencialidades de nuevo empleo a partir del DAFO global del Estado, por comunidades y  así mismo, por comunidades y barrios. En el marco prioritario de mantenimiento del empleo actual viable y ampliable; de la agricultura, la casa y la producción ecológica; la detección de productos y servicios de economía real, la detección de mercados potenciales para nuevas potencialidades productivas
  13. Permitir el control social de la banca
  14. Favorecer el control social de los medios de comunicación
  15. Garantizar la eficacia y redimensionamiento  de las administraciones públicas
  16. Priorizar los impuestos directos y reajustar los directos en escala correctamente equitativa
  17. Salir del euro si no se consigue articular la construcción de Europa de una forma realmente democrática y social
  18. Reconocer, promover y ayudar a las organizaciones de voluntariado y a lar ONG, fundaciones, etc., que cubran necesidades reales de la población desfavorecida

 

 

En conclusión, se trataría de avanzar hacia  una sociedad que priorice la economía real; la economía democrática, solidaria y socialmente útil;  la innovación empresarial y tecnológica tanto en cuanto a fórmulas empresariales como a mercados  verdes; el DAFO global y territorial el progresivo descenso de las necesidades de consumo y el incremento de tiempo para el crecimiento individual y colectivo.

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Miguel Cabeza